martes, 19 de marzo de 2013

¿Me subes la entrada?

Porfaa... ¿Me subes la entrada?














Ignacio G.

La Originalidad (Segunda Parte)

La Originalidad (Segunda Parte)

   Como ya había redactado antes en la entrada "La Originalidad", se me ocurrieron muchas ideas para escribir acerca de mi anterior entrada, y estuve toda la noche dándole vueltas al tema. Cuando el moderador de clase me subió la entrada al blog, pensé que ya estaba todo hecho, que al profesor le gustaría y la subiría al suyo también, y finalmente conseguiría que mi deseado número de entradas en su blog ascendiera a uno. Sin embargo, aunque fue mucho el trabajo que le dediqué a mi entrada, por muchas veces que me metiese en su blog, mi entrada allí no estaba. Fue cuando empecé a pensar que mi entrada no había sido lo suficientemente "original". Continué escribiendo el enlace a su blog en mi buscador de intenet en múltiples ocasiones, pero nada. De repente, me di cuenta de que junto a mi nombre, el cero anterior se había convertido en un uno, me llené de felicidad y quité de mi cabeza todos esos pensamientos negativos acerca del profesor (irónicos, por supuesto) y acerca de mi entrada. Pinché en mi nombre, listo para ver mi entrada en el blog del profesor, pero cuando se abrió la página, en donde debería poner "La Originalidad", ponía "T-100 presentación". Era un trabajo que había hecho al principio de curso, pero no era mi entrada. La decepción volvió a mí y me decidí a hacer esta entrada, con la esperanza de que, al menos ésta me la suban.

Ignacio G.

domingo, 17 de marzo de 2013

La vida

La vida

   La vida es una gran oportunidad. Aprovéchala.
   La vida es belleza. Admírala.
   La vida es un sueño. Hazlo realidad.
   La vida es un reto. Afróntalo.
   La vida es un deber. Cúmplelo.
   La vida es un juego. Gánalo.
   La vida es preciosa. Cuídala.
   La vida es riqueza. Consérvala.
   La vida es amor. Gózalo.
   La vida es misterio. Desvélalo.
   La vida es tristeza. Supérala.
   La vida es un himno. Cántalo.
   La vida es un combate. Acéptalo.
   La vida es tragedia. Domínala.
   La vida es una aventura. Explórala.
   La vida es felicidad. Merécela.
   La vida es la vida. Defiéndela.

  Ignacio G.

Los dibujos de mi profesor

Los dibujos de mi profesor

   En clase, muchos se burlan de los dibujos de mi profesor de filosofía, pero realmente no son tan malos, sobre todo si los comparamos con algunos dibujos de pintores famosos y fotografías de fotógrafos de prestigio. Pongamos algún ejemplo:


    El dibujo de la izquierda se corresponde con un dibujo de mi profesor en clase, el de la derecha es de Picasso. Ambos son perros salchicha. En mi opinión no son tan distintos no? Bueno, si os parecen muy distintos pondré un último ejemplo:









 

    Aquí, el dibujo de la derecha es el de mi profesor, representa un barco. El de la izquierda es, según una revista de fotografía, un barco abstracto. Ahora sí que no me pondréis pegas, el dibujo de mi profesor representa mejor el barco.

Ignacio G.

 

Nada en absoluto

Nada en absoluto

 Abs[nada]

  Ignacio G.


martes, 5 de marzo de 2013

La Originalidad

La Originalidad

   La originalidad, esa palabra que dice el profesor de filosofía constantemente cuando habla de los blogs. Esa palabra en la que piensas cuando entras en tu blog y le das a "redactar entrada". Tras esto viene un periodo de tiempo en el que pones el título de tu esperada "entrada original". La que has pensado en el colegio  y que cuando empiezas a escribir no se te ocurre nada para desarrolarla. Le sigue otro período de tiempo se te ocurren cosas y vas escribiéndolas una por una, totalmente convencido de que más original que tú no se puede ser. Terminas la entrada, pero algo en tu interior te dice que no la publiques aún, que la releas de nuevo por si tienes faltas de ortografía o hay algo que no tenga sentido. Releyendo tu entrada te das cuenta de que hay ideas que no acaban de gustarte, así que las cambias. Al final la entrada casi no tiene nada que ver con lo que habías escrito en un principio (pero oye, es original), y con ello vuelves a situar el puntero del ratón en "Publicar". Te lo piensas de nuevo pero esta vez sí te atreves a darle (total, ya lo he revisado). Le das, muy contento con tu nueva entrada "original", y es ese el momento en que la originalidad (la buena, la espontánea) te viene de sopetón a la cabeza: se te ocurren cosas fantásticas para escribir en tu entrada pero... ¡Horror! Tu entrada ya la has publicado, el moderador de clase la ha subido al blog y está a la espera de ser corregida por el profesor de filosofía. No sabes qué hacer, ya no hay vuelta atrás, no hay posibilidad de cambiar nada, sólo rezas para que al profesor le haya parecido más original de lo que te ha parecido a ti y apagas con esta esperanza en la cabeza.

   Durante la noche, la preocupación te carcome el cerebro y te impide dormir, pero poco a poco te auto-convences de que es una entrada muy original, y, de pronto, despiertas al día siguiente sin acordarte de nada. Te levantas, desayunas, al colegio, y cuando te cruzas con el profesor de filosofía, se te ocurre preguntarle acerca de tu formidable entrada, y él, que ignora el infernal martirio que has sufrido esa noche con tu entrada, felizmente y con la inocencia de un niño, te arruina el día diciéndote: "No era demasiado original, así que no la he subido".

   Sinceramente espero que eso no le pase a esta entrada, que con mucho trabajo he pensado y redactado, y seguramente sufra esta noche, cuando se me ocurran más ideas, pero bueno, a ver qué pasa:

    "Publicar"...

   Ignacio G.